La mujer mariposa siempre empieza el libro por el final.
Lo coge. Lo
mira con sus ojos de mujer mariposa. Abre con gran avidez este aparato
sorprendente que seguro guarda algo. Un secreto inquietante, tal vez. Su dedo
índice guía sus ojos de mujer mariposa, dos fuegos centelleantes que recorren
esas líneas del párrafo final, que le darán la clave que necesita.
"Lo
que realmente es, es sólo el presente. El futuro no es nada y el pasado no es
nada. Y la mujer está allí, como un ser que viene de la nada y va hacia la nada.
Nacida de la nada, arrojada a la existencia, amenazada por la nada"
¿Será
la nada la bestia amenazante a la que se enfrenta nuestra mujer mariposa en
estos encantadores simulacros?
No lo podemos saber.
No hay comentarios:
Publicar un comentario